Watchmen, junto a otros comics de gran calibre, como
Sin City o
V de Venganza, o incluso
Batman: The Dark Knight Returns, vinieron a causar una gran revolución en el medio impreso del comic. Los autores de esas novelas graficas, Alan Moore y Frank Miller, demostraron que las historietas de "superhéroes" no estan enfocadas exclusivamente al publico infantil y estas comenzaron a ser tomadas más en serio.
De hecho, actualmente es muy difícil hallar comics que sean aptos para niños, los argumentos se han hecho más complejos y complicados, apuntando a un publico maduro, héroes de antaño como Batman, que enfrentaba a seres multicolores (
si no me creen), ahora lucha contra villanos más realistas: jefes de la mafia, a un Guasón aún más demente y violento, entre otros malhechores que no conocen límites.
Tras ese largo preámbulo, ahora me permito hablar sobre la adaptación sobre uno de los comics más venerados que se han publicado jamás.
Watchmen, literalmente, vino a hacer trizas todo el cliché del superhéroe, le dio una vuelta de tuerca al genero que nadie se veía venir y encumbró a toda una generación de anti-héroes. La obra de Alan Moore y Dave Gibbons es la responsable del cambio de tono del que he hablado antes.
El argumento es sumamente profundo, nos situamos en los años 80, durante la guerra fría.
Nixon es el presidente de los EE.UU. y por supuesto, hay líos de un conflicto nuclear con la Unión Soviética. Se nos presenta a los superhéroes como algo que siempre ha existido, vigilantes disfrazados que -supuestamente- velan por la seguridad de la gente.
Son personas corrientes, sin poderes o grandes habilidades (con la excepción del Dr. Manhattan) con sus propios problemas éticos o personales, con fracasos y también sueños sin cumplir.
Al ser los superhéroes cosa de todos los días, los comics no tienen interés en hablar de ellos y son las historias de piratas lo que cautiva a las personas (esto lo vemos en
Relatos del navío negro, un comic dentro del comic de
Watchmen, pero que es harina de otro costal).
El director Zack Snyder, con solo dos películas en su haber (la correcta
El Amanecer de los muertos y la impresionante
300), aceptó el reto de llevar al cine a
Los Vigilantes, una tarea que se antojaba imposible, pero visto lo visto, Snyder puede decir que ha salido airoso del desafío, ya que ha entregado una adaptación impecable.
La película inicia con un bonito
collage que va de 1940 a 1980, relatandonos fugazmente todo lo ocurrido con el primer grupo de superhéroes, los Minutemen, así como todos los acontecimientos que dieron la vuelta al mundo en su momento: la segunda guerra mundial (se lee "Japan surrenders" en el encabezado de un periodico), el asesinato de John F. Kennedy -perpetrado por uno de los Watchmen-, el nacimiento y ocaso de los hippies, la llegada del hombre a la luna, entre otros sucesos que marcaron el final de los Minutemen y el comienzo de los Watchmen.
La historia da inicio en el departamento de Edward Blake, alias "El Comediante". Somos testigos de su asesinato a manos de un sujeto con pasamontañas, que lo arroja por la ventana, llevandolo a una inevitable muerte al ser aplastado contra el asfalto.
El suceso enciende focos rojos en la mente de Rorschach, cuyo nombre real es Walter Kovacs, ya que le da a entender que alguien anda tras las cabezas de los héroes encapuchados.
Él actúa al margen de la ley, ya que Nixon ha prohibido a los Vigilantes a través del Acta Keene.
Rorschach decide advertir a sus compañeros y de esa forma se nos presenta al resto de los Watchmen: Jon Osterman (Dr. Manhattan), Laurel Jane (Espectro de Seda II), Daniel Dreiberg (Búho Nocturno II) y Adrian Veidt (Ozymandias).
Jon y Laurel viven un romance fallido, que no va a ninguna parte. El accidente que lo convirtió a él en un super-hombre, capaz de alterar, construir o deshacer materia (basicamente, capaz de hacer lo que quiera), viajar al espacio, ver el futuro y teletransportarse, lo ha despojado de toda emoción humana, es frío, calculador, más parecido a una maquina que a un ser vivo, poco a poco va perdiendo interés en todo lo que lo rodea, ya que se siente solo, incomprendido y sin cabida en este mundo.
Laurel fue hecha superhéroe contra su voluntad, obligada por su madre (Espectro de Seda I), quien no logró el éxito y la fama que buscaba y quería ver a su hija cristalizar los sueños frustrados de ella, nunca ha sentido apego por su uniforme y ha llegado a despreciar a su madre por lo que le ha hecho.
Daniel es lo que podemos llamar un nerd, un genio de la tecnología, pero con problemas fisicos (es obeso y tiene disfunción erectil) que lo hacen sentir mal. Pasa sus días como un hombre gris, sin motivaciones, encontrando fugaces momentos entretenidos cuando visita a Hollis Mason (Búho Nocturno I), antiguo miembro de los Minutemen, a quien admira.
Adrian tiene la fama de ser el hombre más inteligente del mundo y ha construido todo un imperio comercial desde cero, buscando seguir los pasos de su idolo, Alejandro Magno. Tiene una notable obsesión con la arquitectura egipcia, además, es secretamente homosexual.
Walter es el Vigilante con el pasado más tormentoso, hijo de una prostituta, tuvo una infancia violenta y lleno de maltrato, su madre constantemente se arrepentía de haberlo tenido y los demás niños del vecindario lo humillaban (
tu madre es una puta barata). Todo eso lo ha convertido en un sociopata, agresivo y con metodos brutales para aplicar su estricto sentido de la justicia (
"A las personas se les encarcela. A LOS PERROS COMO TÚ SE LES MATA"). No puede vivir sin su máscara, la cual se ha convertido en "su rostro".
Por último tenemos a El Comediante, Edward Blake, a quien solo conocemos a través de flashbacks. Es un personaje amoral, que disfruta de sus actos corruptos y violentos.
Estuvo amparado por el gobierno, ya que trabajaba para este, haciendo "trabajos sucios" (entre ellos el asesinato de JFK), o participando en las guerras, incluyendo la de Vietnam.
La película de Snyder ha resumido perfectamente toda la historia relatada en el comic, encapsulando en tres horas lo que de otro modo habría tenido que realizarse en seis o siete.
Se puede notar el mimo que el director y su equipo han puesto en cada fotograma: el diseño de arte es majestuoso, hasta se emplea musica de esos años, que encaja perfectamente en las escenas. Hay muchos, muchisimos detalles que solo los fans de hueso colorado podrán encontrar, incluidos el vendedor de revistas y el joven que todos los días va a leer el comic de
Relatos del navío negro.
Las viñetas de la historieta se reproducen con absoluta fidelidad, como si la novela grafica cobrara vida en la pantalla. Apoyandose en la experiencia adquirida durante el rodaje de 300, la acción es dinamica, rapida y emocionante, afortunadamente no se abusa de la cámara lenta, como en esa otra película. Ha habido muchos comentarios respecto a la violencia, pero a mi parecer, no es para llevarse las manos a la cabeza.
Hay un poco de gore, sangre aquí y allá. Podemos ver más violencia grafica en un diario sensacionalista, pues. No es para armar escándalo como ha hecho la prensa (como siempre).
Otra de las cuestiones que levantó gran polémica es una escena de sexo entre Espectro de Seda II y Búho Nocturno II, a algunos les pareció innecesaria y gratuita, yo digo que no (está en el comic) y que ha sido valiente por parte del director incluir algo así en una super producción dirigida a las masas. Es más, me dio risa (por la musica, Hallelujah de Leonard Cohen, si acaso, la melodia menos acertada).
Descuiden, aunque es grafica, no es algo "porno".
Otras películas usan esta clase de escenas para llamar la atención, no es el caso con
Watchmen.
Es absolutamente recomendable no perderse ni un segundo de metraje, es tal la cantidad de flashbacks, dialogos importantes y referencias que un minuto perdido podría significar que el resto de la película resulte incomprensible.
No es necesario tampoco tener una enciclopedia a mano, pero si se requiere un poco de conocimiento de los sucesos de ese entonces, ya que obviamente, quien no tenga ni idea de Vietnam, Nixon o la Guerra Fria, estará perdido con las referencias.
En el terreno de las actuaciones quienes se llevan las palmas son Jeffrey Dean Morgan (El Comediante) y Jackie Earle Haley (Rorschach), especialmente este último.
En mi humilde opinión, su interpretación del atormentado Rorschach se come con hojuelas al Guasón de Heath Ledger, completito, a pesar de pasar un 80% del filme tras la máscara. Es estremecedor, inquietante, amenazante...sus dialogos son sencillamente sublimes, aprendemos a temerle y en cierta forma a admirarlo.
Claro que dudo que gane un Oscar como Mr. Ledger, Watchmen no juntó ni la mitad de lo que la susodicha película de Batman recaudó (claro, debemos recordar que la cinta del murciélago encapuchado era para mayores de 13 años, mientras que Watchmen está enfocada exclusivamente a adultos).
Quizás los actores que interpretan a Búho Nocturno II y a Espectro de Seda II (Patrick Wilson y Malin Akerman) no estan a la altura, son muy planos, sin profundidad, pero supongo que hacen bien su labor. No me pareció mala su interpretación, simplemente tampoco es algo notable.
En el terreno de los efectos especiales (y visuales), Snyder se ha vuelto a lucir, aunque no hay tanto despliegue de ello. El más evidente es, por supuesto, el Dr. Manhattan, quizás otro de los aspectos más "escandalosos" del film es que su personaje aparezca desnudo la mayor parte del tiempo. Sí, completamente.
¿Distrae? No. Tampoco los realizadores se empeñan en mostrar todo el tiempo a su azulada humanidad. Que pena que esta decisión, nuevamente valiente del realizador, ha llevado a tantas bromas y chistes (son contadisimas las películas que "se atreven" a mostrar un miembro viril, supongo que por esos motivos).
En general la animación (similar a la de Gollum) funciona muy bien, aunque hay escenas en las que luce demasiado la magia de la computadora (resalta, parece que "se sale" del fondo, pero son detalles minimos que no dañan la experiencia). Otros efectos, como Arquímedes, la nave de Búho Nocturno II, son impresionantes, muy bien cuidados (ese panel de control en la cabina) y realistas.
La música, a cargo de Tyler Bates, es otro gran punto a resaltar, vibrante, espectacular, se acompaña de manera excelente con las escenas de acción (y las dramaticas también), no es distractora y es agradable al oido. Veo futuro en la carrera de este compositor (después del escándalo en el que se vió envuelto, tras haberse "robado" el trabajo de Elliot Goldenthal, ya que ciertamente muchas piezas de 300 son identicas a la musica que se escuchó en Titus).
En general, yo considero que Zack Snyder merece un gran reconocimiento y su película también, tanto por lo que ha logrado ser como por lo que evitó ser. Hay miles de formas en las que Watchmen pudo haber acabado en un absoluto desastre, en manos de otro director (se me ocurren muchos nombres) esta obra pudo haberse convertido en un espectaculo descerebrado, lleno de explosiones, chicas en bikini y escenas de acción.
O bien, pudo haber sido mortalmente aburrida, cosa que el director y sus guionistas logran eludir. A pesar de que hay tantos dialogos, información y pocos momentos de acción, en ningún momento se hace lenta o tediosa, fluye como el agua y las tres horas no se notan.
Los más puristas se pondrán a llorar (ay mi calamar, quiero mi calamar, esta película apesta), pero debemos comprender que una adaptación al cine, ya sea de libro, comic o videojuego, siempre enfrentará cambios, no puede ser exactamente igual. A pesar de eso, la mayor parte del comic de Moore y Gibbons puede verse intacta en la pantalla, los cambios que se han hecho han sido beneficiosos (como la eliminación del calamar alienigena, que a mi parecer era lo más ridiculo del comic) y todo lo demás se ha respetado hasta el más minimo detalle.
Watchmen es una gran experiencia, hasta ahora la obra cumbre de un director con una carrera que pinta cada vez más emocionante, aunque aun debe ganarse ese titulo de "Visionario" que todos los estudios insisten en ponerle, no ha hecho nada original, solo adaptaciones, por lo tanto no puede ser "visionario", su primera obra original será
Sucker Punch.
Yo la recomiendo, totalmente, a fans y a quienes desconocen el comic, vale mucho la pena (mira cuantas letras me he echado, desde que le he dedicado una critica tan larga a una película, será por algo, ¿No?).
