lunes, 4 de enero de 2010

¿Por qué nos gustan las historias de los perdedores?


Tras leer las críticas más negativas contra Avatar, me he puesto a reflexionar un poco sobre el punto más atacado: que la historia no es "nueva" ni tampoco "original".
Eso me ha hecho pensar en algo, ¿Por qué nos ponemos del lado de los "perdedores"?
Al fin y al cabo, los que han escrito la historia son los conquistadores, los que han fundado imperios y llevado al mundo a la modernidad. Nadie se preocupa realmente por los que intentaron defenderse.
No obstante, adaptado al cine, las historias de los indios, samurái, y más recientemente, los Na'Vi, que sufren los males del imperialismo y ven su mundo devastado a manos (o garras) de corporaciones y soldados con armamento superior al suyo, siempre nos parecen más "románticas", su valor excepcional y claro, nos dejan el mensajito de "Hombres blancos = MALOS, indios valientes = BUENOS".
Por un momento olvidamos que los "malos", en su gran mayoria, fueron soldados que se veían obligados a obedecer órdenes, que no eran una masa sin rostro, sino personas con sentimientos, ideales y que (posiblemente) tenían una familia que los esperaba en casa al terminar con la guerra. Pero donde se diferencian de los "derrotados", es en su meta: destruir tanta riqueza natural, cultural y llevarse vidas inocentes en el proceso no tiene nada de heroico o honorable, todo en pro de la ambición y las ganas de sus líderes de hacerse de nuevas tierras y riquezas.
En cambio, los "invadidos", unicamente tomaron las armas en defensa de sus familias, sus ideas y también, su mundo.
Se dice que Jerjes llegó a decirle a Leonidas "Nadie se acuerda de los que perdieron en la guerra, yo borraré la historia de los espartanos". Y no lo hizo, sino que los espartanos y su lucha ganaron más notoriedad y dieron el impulso que Grecia necesitaba para combatir a la invasión persa.
A mí siempre me da mucha pena ver esos temas en las películas; los samurái y sus caballos siendo masacrados a punta de balazos, los indios siendo aplastados por los soldados norteamericanos y el árbol casa cubierto de llamas tras recibir una rafaga de misiles.
Hay algo de "bello" en ver la resistencia final de un pueblo, en una batalla que está perdida antes de comenzar. Sabemos que perderán (o que tarde o temprano serán destruidos de todas formas), y es lo que hace más desgarrador el relato.
Lo peor es que muchas de esas cosas sucedieron realmente y superan en crudeza a lo que nos pueden enseñar en una pantalla.
No soy un "treehugger" y no estoy en contra del avance tecnologico y de la modernidad, pero a veces me pongo a pensar en el precio que ha costado llegar a ella.

P.D. Mi post siguiente será mi prometido análisis "Weskeriano". Ya está casi listo *W*

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